miércoles, 14 de febrero de 2018

Diosas y Brujas .... Mujeres


Hoy traigo un extracto del libro "Las Brujas no se quejan" (Jean Shinoda Bolen).

La autora ha centrado la mayor parte de su trabajo en la etapa "madura" de las mujeres.

Ella habla de "ancianas" para referirse a las mujeres que poseen sabiduría, compasión, confianza en sí misma, experiencia, ....

Si te "rechina" este término por todos los condicionamientos inconscientes que tenemos anclados, a mí me gusta mucho hablar de nuestra "Diosa Sabia", por si te apetece hacer el cambio.


"Convertirse en anciana tiene que ver con el desarrollo interior, y no con la apariencia externa. 
Una anciana es una mujer que posee sabiduría, compasión, humor, valentía y vitalidad. 
Es consciente de ser verdaderamente ella misma, sabe expresar lo que sabe y lo que siente, y emprender una acción determinada cuando es necesario.


No aparta los ojos de la realidad, ni permite que se le nuble la mente. Puede ver los defectos y las imperfecciones en ella misma y en los demás, pero la luz con la que los ve no es severa ni enjuiciadora. 

Ha aprendido a confiar en sí misma hasta saber lo que ya sabe. 

Las cualidades de la anciana no se adquieren de la noche a la mañana. Una persona no se convierte en una anciana hecha y derecha automáticamente después de la menopausia, así como tampoco por el mero hecho de volverse vieja una se vuelve más sabia. 


Sin embargo, hay unas décadas tras la menopausia en las cuales podemos crecer psicológica y espiritualmente.

Quejarse es una actitud que bloquea el desarrollo espiritual y psicológico. 

Lamentarse impide la comunicación genuina y arranca por la fuerza lo que luego ya no puede otorgarse con libertad. 

Sorprenderse a una misma quejándose es un momento de "¡aja!", esta percepción puede significar el comienzo de la sabiduría para una quejosa con la capacidad de observarse a sí misma y el deseo de cambiar. 



Las brujas poseen la capacidad de alterar las cosas. Lo que digamos y hagamos podrá cambiar un modelo familiar disfuncional. 

Con nuestro consejo podemos animar y facilitar que otras personas crezcan y florezcan. 

Podemos ser una influencia curativa determinante. Incluso podemos crear un efecto ola a lo largo de las generaciones venideras o en las instituciones y comunidades. 

Con visión e intención, y dada su presencia numerosa e influyente, las brujas, todas juntas, pueden cambiar el mundo. 

La anciana es un potencial, más parecido a un talento inherente, que precisa ser reconocido y llevado a la práctica para desarrollarse. 

Esta presencia sabia de la psique madurará cuando confiemos en la existencia de una bruja en nuestro interior y comencemos a escucharla. 

Es entonces, en el silencio de nuestra propia mente, cuando debemos prestar atención a sus percepciones e intuiciones y actuar en este sentido."

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Espero que te sirva.

¡¡¡ Apasiónate con tu vida !!!

Yolanda Esparza
Mentoring Bio_Emocional



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